Cien troyanos
danzan entre las sombras
de mi patio interior.
Un cubo de cadenas
se arrastra por paredes de hormigón,
dibujando simetrías.
Las dudas son niebla
y la esperanza un baile de artificios.
Los escudos se funden
en silencios y estelas
aún calientes.
Las penumbras se sostienen
con ecos de destellos y neón.
Naves fantasma
vuelan sobre puertos de óxido.
Viajes verticales
en horizontes grises
Por más que lo intente
No consigo descifrar
la única razón
que me permite sin rumbo...
rastrear mi posición
en este inhóspito glaciar.