jueves, 3 de marzo de 2022

Refugio

 

Hunde el puño
en la gelatina,
roza el avispero
y tensa las muñecas.

Dobla la retina
el exorcismo latente
de espuma en el labio
y sangre seca.

Cortes en el cielo,
ronchas de humedad,
ladridos y llantos
ante el espejo partido.

Sonidos amenazantes
y ecos distorsionados que se funden entre las sombras de este agujero.

Las palabras 
suenan al revés...

Los miedos se enfrentan
en una fantasmal danza 
de locura y soledad.

Los ojos inyectados en sangre gritan, hasta perder el sentido.

El alambre se entrelaza
por dentro de la piel
hasta llegar al corazón.

El niño acurrucado
templa la mirada.

Enfría sus sueños
y decide ser una nube negra y fina,
silenciosa y altiva...

Preparada para defender
su honor, su vida... 
su refugio nuclear.











sábado, 12 de febrero de 2022

Algo

Sentado en la cornisa
viendo la línea del cielo
perfecta y lisa
soledad precisa.

Enlaces, pastillas,
luces y auroras
esperando sacar del tiempo
sonidos en mono.

Tiembla el cuerpo
atropellado por dunas
atado a ideas desconcertantes.

El miedo encierra
reticencias y pesadumbre,
lacra de un futuro
que se desvaneció en mis manos.

Milagros suspendidos
letargos desafinados
momentos indoloros
que se pegan en la frente...

voces opacas de cuerdas,
estrofas y salitre.

Florecen esquinas
vuelan las semillas
mientras crujen
cuellos, bultos y nudos.

En un lugar preciso
aterrizan las emociones
con sus luces 
y con sus dudas.

No sé si mi espacio sideral
será capaz de cauterizar
todos estos cortes...

Quizás aún queda algo
dentro de esta suntuosa estructura
de recortes y melancolía.

Bordear perfiles de luz
parece ser 
una cautivadora novedad...

Quizás algo queda.
Algo que no es, 
ni debería estar ahí.